LESIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL – UN ASUNTO SERIO

La médula espinal es parte del sistema nervioso central, el cual incluye al cerebro, la médula espinal y una compleja red de nervios diseminados por todo el cuerpo. La médula espinal es la responsable de transmitir las señales eléctricas (llamadas neuronas) entre los nervios y el cerebro.

Las lesiones a la médula tienen distintos grados de afectación en el cuerpo, dependiendo de la severidad de las lesiones y su localización. En la mayoría de los casos sólo afecta a las vértebras (estructuras en forma de disco) que rodean a la médula espinal, protegiéndola de cualquier daño. En casi todos estos casos, la víctima conserva mucha, si no toda sensación, aunque el movimiento puede causarle dolor durante meses e incluso años tras el suceso de la lesión.

A pesar de ello, es posible que ocurra una lesión de médula más grave que corta la médula espinal misma, causando distintos grados de parálisis. La parálisis consiste en la imposibilidad parcial o total de movimiento y/o sensación en ciertas partes del cuerpo. Existen dos clases principales de parálisis: paraplejia (parálisis de la cintura para abajo) y cuadriplejia (parálisis del cuello para abajo). La gravedad de la parálisis depende de la gravedad y localización del daño ocasionado a la médula. También pueden verse afectados negativamente el control de los intestinos y la vejiga, por lo que es posible que las víctimas de parálisis experimenten incontinencia (incapacidad para controlas las funciones excretoras). Las lesiones a la médula espinal son un evento que cambia radicalmente la vida, tanto la de las víctimas como la de sus familias, ya que las rutinas diarias se deben modificar para cuidar adecuadamente a la víctima.

Si bien el daño no es reversible por completo por ningún método conocido actualmente por los médicos, la terapia agresiva, la cirugía, la neuroprótesis y los procedimientos de rehabilitación pueden minimizar el impacto de cualquier daño a largo plazo, inclusive el impacto de sus efectos a largo plazo.

A pesar de ello, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares está realizando investigaciones, en forma diligente, sobre nuevos procesos que se puedan usar para restaurar más completamente la función motora, incluso para reparar la médula espinal dañada. El Instituto también otorga fondos a otras organizaciones para que realicen sus propias investigaciones.