El abuso a las personas mayores afecta a miles de individuos de edad madura en hogares de ancianos y en otros lugares. Estas personas son más vulnerables a las acciones de otros y con frecuencia dependen de ellos para atender sus necesidades básicas. Con frecuencia, los ancianos son abusados por personal de enfermería, amigos y familiares.
El riesgo de abuso físico es mayor cuando se trata de personas con problemas de memoria o con condiciones a largo plazo como diabetes, parálisis o derrame cerebral. El cuidador puede que viva en el mismo lugar que el anciano, estar muy estresado, tener un desorden mental o de personalidad o puede que abuse de las drogas o el alcohol. El adulto mayor podría experimentar síntomas como moretones, signos de depresión, experimentar cambios en su situación financiera o empezar a tener interacciones tensas con miembros de la familia o amigos.
Mientras las leyes de la materia pueden variar de uno a otro estado, la definición más común de abuso a personas mayores es un acto negligente o intencional de una persona que causa serios daños a un adulto mayor vulnerable. El abuso a las personas mayores se presenta en varias formas, tales como:
El abuso sexual a personas mayores es, a menudo, poco estudiado, pero la definición general de estos incidentes es: contacto sexual no deseado con una persona mayor de 60 años. Lesiones pélvicas, ropa interior manchada, una dificultad repentina para caminar y sentarse, genitales irritados y la presencia de enfermedades de transmisión sexual, son algunos de los indicios de abuso sexual a personas mayores.
El descuido es una de las formas más comunes de abuso a los mayores. Los signos de descuido incluyen: pérdida importante de peso, condiciones de vida antihigiénicas o inseguras, empeoramiento de problemas médicos, como la presión arterial, hipotermia o deshidratación.
La explotación es el acto de estafar a un anciano en sus bienes personales. Los signos de explotación comprenden la súbita incapacidad de pagar sus servicios y gastos, un cambio de testamento repentino que incluye a nuevos individuos, aislamiento del anciano de su grupo familiar, atención por debajo de lo que puede pagar y pérdida de pertenencias.
El abuso emocional es el maltrato de una persona mayor, causándole angustia y dolor emocional. Ejemplos de abuso incluyen: humillación, culpabilización injusta, amenazas y gritos. Los signos de abuso emocional incluyen: depresión, enojo y retraimiento.
El auto descuido es una forma oculta de abuso y su detección es más difícil de realizar. El autodescuido se define como la incapacidad de un anciano para realizar su cuidado personal debido a una incapacidad física y mental. Las señales de auto descuido incluyen una higiene personal inadecuada, reusarse a tomar medicamentos o no tener control en la toma de medicamentos, facturas impagas, un ambiente de vida insalubre, malnutrición y deshidratación. Estas formas de abuso se deben denunciar y el caso, a menudo, se lleva junto a una demanda por descuido o abandono por parte de su cuidador, si la situación ocurre mientras el individuo está bajo la tutela de alguien más.
El abandono de una persona mayor es la falta deliberada de cuidado por parte del cuidador del cual depende. Si un anciano aparece solo, confundido, con poca higiene, podría ser un indicador de que este individuo es víctima de abandono.
Si sospecha que un individuo está en peligro inmediato, hay que llamar al 911 o a la policía local. El abuso también se puede informar a los APS, Servicios de Protección de Adultos (siglas en inglés). Después de obtener toda la información se debe iniciar una demanda. Las instalaciones de hogares para ancianos y los cuidadores mantienen altos estándares para brindar cuidado a las personas mayores y son responsables de cualquier acción de abuso. La persona mayor o su familia puede demandar por daños y perjuicios por: